The Dynamic Tower (La Torre Dinámica) fue un proyecto visionario de un rascacielos destinado para los futuros ricos y famosos de la ciudad de Dubái.
¿Y por qué va dirigido solo a este sector? Básicamente, porque tiene la especialidad de rotar y eso hace que su precio de venta se dispare por las nubes.
Su construcción estaba prevista que se iniciara en 2008, pero debido a la crisis financiera mundial, y a la recesión en el mercado inmobiliario de Dubái, no se pudo construir.
En 2013, David Fisher, fundador y presidente del Dynamic Architecture Group, dijo que tenía nuevos planes para esta torre que tendría 80 plantas y haría un giro completo de 360º cada 90 minutos. Todos los detalles de la ubicación de la torre, la financiación y el plazo de construcción no se revelaron, como dijo David Fisher, quería mantener en secreto lo que sería una "sorpresa".
Actualmente, se conoce que este innovador sistema constructivo será el primero del mundo en tener 80 pisos, de 420 metros de altura, con lujosos apartamentos de 124 a 1.200 metros cuadrados, con además una zona de estacionamiento en cada uno de ellos. Los 20 primeros pisos serán de oficinas, los pisos 21 al 35 serán un hotel de lujo, los pisos 36 al 70 serán apartamentos residenciales, y los últimos 10 pisos serán villas de lujo localizadas en una posición principal en Duba, destinado para convertirse en el edificio más prestigioso de la ciudad. Cada departamento costará entre 3,7 y 36 millones de dólares.
Accionado por una simple orden vocal, cada piso puede girar sobre el eje (movido por una turbina individual) a una velocidad variable entre 1 a 3 horas para una vuelta completa. Ese movimiento hará que la vista externa siempre sea distinta, atrapando la curiosidad de la gente.
Será considerado como un "edificio inteligente", equipado con los últimos adelantos de la domótica.
Además, será el primer rascacielos en ser completamente construido en una fábrica de partes prefabricadas. Esto requerirá sólo a 600 personas en el ensamblaje y 80 técnicos sobre la obra en vez de 2,000 trabajadores sobre un tamaño similar tradicional de construcción. Gracias a la construcción en módulos prefabricados, el proyecto acelerará los plazos de construcción, que pasarán de un piso cada seis semanas en una obra tradicional a un piso por semana. También reducirá en un 10% los costos.
David Fisher
Según Fisher, otra particularidad del edificio de 700 millones de dólares es que será completamente "verde", con la capacidad de generar su propia energía mediante 79 turbinas eólicas horizontales instaladas entre cada piso.
El arquitecto, que dijo no haber dirigido jamás antes la construcción de un rascacielos, aseguró, en la rueda de prensa que se realizó al presentar su proyecto, que en Italia se construyeron edificios hace 800 años que están en "perfecto estado" al día de hoy. Y aseguró que para las torres dinámicas se utilizarán los mejores materiales disponibles.
Palmyra House, diseñada por Bijoy Jain con la ayuda de los arquitectos de Studio Mumbai, es un ejemplo de arquitectura contemporánea cuya intención es respetar y adaptarse al entorno. Se sitúa en Nandgaon (India), con coordenadas: 18 ° 22' 50.3 '' N, 72 ° 55' 34.5 '' E.
Se considera un refugio del bullicio de la ciudad, el lugar ideal para pasar las vacaciones y actualmente se alquila como tal. Bijoy a la hora de hablar de su diseño se refiere a un ideario básico, a entender cómo funcionan las cosas para decidir luego cómo debe ser la arquitectura y qué debe o no cambiar. La idea de partir de lo familiar y volverlo a evaluar, frente a la posibilidad de arriesgar para hacer crecer la arquitectura, arraiga cada vez más entre muchos arquitectos de todo el mundo.
Los 3000 sq.ft (278.70912 metros cuadrados) de la casa consisten en dos estructuras de persianas de madera separadas por un patio y una piscina, situada en el interior de una plantación de cocoteros.
Estos dos módulos dan lugar a una red de pozos y acueductos que tejen el sitio en un conjunto habitable. En el volumen del norte encontramos la sala de estar, el estudio y el dormitorio principal, mientras que el volumen del sur contiene los dormitorios secundarios, la cocina y el comedor. Situado entre ambos edificios, la piscina ofrece un canal para nadar hacia las interminables vistas de las palmeras al este y al mar hacia el oeste.
La casa está perfectamente adaptada a su entorno: las persianas en las elevaciones permiten el enfriamiento pasivo, como también la gran sombra que entregan los árboles de coco sobre la vivienda; el agua para la vivienda es extraída de los tres pozos que hay en el terreno, filtrada y almacenada en la parte superior donde hay una torre que permite proveer al sistema a través de la gravedad. El resultado de estas medidas obliga al proyecto a integrarse totalmente en el espacio.
Este proyecto ha recibido reconocimientos como el “Aga Khan Award for Architecture” y el “BSI Swiss Architectural Award 2012”.
En cuanto al análisis de la estructura podemos decir que ambos pabellones están realizados en madera y se asientan en el terreno sobre unas plataformas de piedra orientadas a los pozos de agua. Estas plataformas no son completamente contiguas a la estructura de madera por lo que ésta tiene zonas en voladizo. La plataforma de piedra tiene una altura de unos 15 centímetros y además se agarra al terreno mediante la utilización de cuatro zapatas a cada cual de mayor profundidad.
La estructura de madera no tiene pilares, se sostiene mediante un sistema porticado de pequeños pilotes de madera de unos 10x10 cm tallados a mano por los artesanos y unidos al resto de la estructura mediante juntas de cobre.Los “muros” no soportan ninguna carga, son meramente utilizados para salvaguardar la intimidad de la casa y están realizados mediante bloques longitudinales de madera dispuestos horizontalmente.
Los diseños de Studio Mumbai deben ser alagados por romper con el lenguaje nativo e inyectar un espíritu moderno en la cultura india. Había dos opciones: o continuar por el camino pavimentado por Le Corbusier en Chandigarh, con su monumentalidad escultórica y beton brut; o regresar al movimiento moderno a través de la experiencia adquirida por Bijoy Jain —fundador de Studio Mumbai— en el taller de Richard Meier cuando trabajó en el diseño del Getty Center de Los Ángeles.
El colectivo optó por internacionalizar el diseño moderno y construir arquitectura residencial que hace énfasis en la relación entre el suelo y el paisaje, así como de trabajar madera como material. Esto se ha convertido en un sistema estético de Studio Mumbai, tanto en sus estructuras de carga y sus revestimientos exteriores, como se puede ver en la Casa Tara (2005). La madera se utiliza para el techo, pilares, puertas, ventanas y las láminas verticales que separan el interior del exterior. La arquitectura Studio Mumbai podría ser descrita como orgánica en su diseño dado al uso de muros de soporte que crean geometrías elementales bien definidas y que por que contiene un cierto énfasis en la dimensión horizontal, utilizando un amplio catálogo de referencias y citas que se centran en la condición material.
La resonancia con el trabajo de los maestros modernos es clara, especialmente en su Casa Palmyra (2007). Esta consiste de dos bloques rectangulares y está completamente cubierta por un brise-soleil para proteger el espacio interno contra el clima y la luz.
Todos sus diseños están fuertemente caracterizados por su entorno natural y su ubicación geográfica influye positivamente en los proyectos.
Todos los materiales de esta vivienda, levantada en medio de una plantación de cocoteros al sur de Mumbai (India), provienen del lugar. Las palmeras son el material con el que Studio Mumbai elaboró las persianas que constituyen además los cerramientos y protegen los dos módulos de la vivienda de los insectos, el viento y el exceso de sol. Las palmeras actúan también de pérgola formando un parasol sobre la vivienda y un cortaviento en torno a ésta.
La propuesta es de una sostenibilidad extrema que se fundamenta en el empleo radical de materiales y artesanos locales. Para ello, el diseñador ha tratado de que los detalles constructivos fueran consensuados y refinados entre los carpinteros y el mismo arquitecto.
Esta búsqueda de la integración entre tradición y conocimiento ha generado una propuesta altamente innovadora que parte de la etnografía del lugar, llegando a soluciones de una gran eficacia constructiva. Toda la construcción resume particularidades que tienen su fundamento en la cultura propia y son irreproducibles en otro tipo de situaciones, llegando incluso a que el consumo de agua se fundamente en el aprovechamiento de pozos cercanos.
El marco estructural de la casa fue construida de madera ain, una madera dura local y se construyó utilizando la carpintería enclavamiento tradicional.
Esta casa se caracteriza por tener un material estrella: la madera de teca. La estructura, las particiones y carpinterías del edificio son de madera de teca. Este tipo de madera proviene del “tectona grandis”, un árbol de 40 m de altura, 1,50 metros de diámetro y 750 kg/𝑚3 de densidad, que se suele encontrar en las zonas de India, Birmania, Indonesia (donde se introdujo), Sumatra, área tropical. La madera de teca se reconoce por tener un característica color castaño dorado con vetas oscuras. Se considera una madera pesada y de dureza media. Tiene una resistencia media a la flexión, poca rigidez y resistencia al impacto, una resistencia alta a la comprensión y un grado moderado de doblado con vapor.
El basamento y el piso de la planta baja son de piedra basáltica que se caracteriza por ser una piedra molida ígnea volcánica de color oscuro rica en silicatos de magnesio y hierro y bajo contenido en sílice, además de ser ligera y su porosa. Procede del magma existente en el interior de la Tierra. . (En las paredes del acueducto y de la piscina se ha utilizado el basalto negro, que es una variedad de la piedra basáltica por lo que presenta las mismas características).
Para los acabados y enfoscados interiores se usa la propia arena lavada de la playa. Es una arena blanca que contiene hierro, feldespato y yeso. La arena es transportada por el viento y el agua depositada en forma de playas, dunas y médanos. En este caso la arena utilizada en Palmyra House es procedente de la playa de Nandgaon (Maharashtra).
Por último, para las paredes interiores se ha utilizado madera de teca y piedra de indias. Éste último se ha utilizado como material de construcción desde la era prehistórica. La utilización de esta piedra en construcciones es tradicional en sitios donde la presencia de piedra es abundante debido a su durabilidad. Se caracteriza por tener un color llamativo.
La búsqueda de la sombra en un territorio de soleamiento tan intenso hace que incluso el mismo edificio adquiera tintes sombríos, derivados de las tonalidades naturales de esas maderas locales empleadas y contribuyendo así a la sensación de oscurecimiento general. El continuo recubrimiento diseñado en ligeras persianas de lamas horizontales permite ventilaciones cruzadas que refrigeran los espacios interiores en las calurosas noches en la playa.
La adaptación al lugar se plantea con un gran respeto a la vegetación de cocoteros existente. El edificio se inserta en un vacío entre el palmeral y la playa con una mínima incorporación de pavimentos e instalaciones exteriores. La posición de los dos pabellones perpendicular a la línea de costa junto con el pequeño estanque central permite una estrategia pasiva de mejora del microclima.
Estas dos escuetas cajas de chocolate habitadas demuestran en su contención formal y expresiva la gran adaptación cultural y sabiduría de su autor.
Como planteamos en nuestro primer post, buscamos nuevas
formas de arquitectura y de construcción de los edificios del futuro. Hace un
par de días me puse a buscar información sobre las famosas impresoras 3D (que
me llaman mucho la atención) y la posibilidad de crear edificaciones con ellas.
Una impresora 3D es una máquina capaz de realizar
"impresiones" de diseños en 3D, creando piezas o maquetas
volumétricas a partir de un diseño hecho por ordenador. Surgen con la idea de
convertir archivos de 2D en prototipos reales o 3D. Comúnmente se ha utilizado
en la matricería o la prefabricación de piezas o componentes, en sectores como
la arquitectura y el diseño industrial.
Estas impresoras amenazan con cambiar todo. Hoy en día, estos
dispositivos robotizados pueden fabricar objetos tridimensionales a partir de
un dibujo diseñado por ordenador y material plástico. Muchos descubrieron esta
tecnología el año pasado, cuando salió en todos los medios de comunicación que
un chico recibió, en un bar de Palermo, una mano ortopédica fabricada con una
impresora 3D. Desde entonces, todos fantaseamos con las posibilidades de esta
nueva maravilla de la ciencia. Sin embargo, un año antes comenzó una especie de
carrera internacional para ver quién era el primero en construir una casa con
impresoras 3D.
Participaba de la contienda el estudio holandés Universe
Architecture, que presentó el diseño de una casa de dos pisos retorcida como una
cinta de Moebius. Prometió imprimirla en el terreno con hormigón. Los británicos de
Softkill Design eran más radicales: su Protohouse 2.0 se iba a construir en
partes con piezas plásticas de estructura porosa similar a la de los huesos. Al
mismo tiempo, otros holandeses lanzaban el proyecto de construir una típica
“casa de canal” en Amsterdam, toda con piezas impresas en 3D. Estos últimos son
los únicos que llegaron a algo. Montaron un verdadero espectáculo con su casa
de plástico orgánico y permitieron que cualquiera la pudiera visitar como si
fuera un museo en construcción.
"Proto house 2.0", Softkill Design
Midiendo un poco más sus ambiciones, hace dos años en
Estados Unidos, un grupo de investigadores del Massachussets Institute of
Technology (MIT) presentaba un pequeño pabellón desarrollado con impresoras
pero de manera ineficaz.
Todas estas iniciativas generaron cierto escepticismo
porque, hasta hoy, las impresoras 3D sólo fabrican pequeñas piezas que no tiene
la exigencia de una casa.
Sin embargo, Neri Oxman, arquitecta y fundadora del grupo de
investigación del MIT, asegura que la fabricación digital de viviendas será una
revolución en poco tiempo. El ingeniero italiano Enrico Dini, va más allá: “No
solo podremos construir casas, podremos hacer un barrio entero”.
El italiano es inventor de la impresora 3D más grande del mundo. Y
para hacer casas, el italiano también desarrolló una mezcla de arena y cemento
químico que forma una piedra caliza artificial. La máquina de Dini se mueve en
forma horizontal por los lugares indicados por una computadora para ir
construyendo las paredes de la casa. El artefacto deposita una capa de cinco
milímetros de su mezcla y lo repite capa por capa hasta terminar la
construcción. La impresión se realiza a una velocidad de cinco centímetros por
hora. Trabajando a toda máquina, la creación de Dini puede producir treinta
metros cúbicos de edificio por semana. Un poco menos de la mitad del tiempo que
requiere una cuadrilla de albañiles usando ladrillos y mezcla. Pero todavía es
un método lento.
Dini es un pionero en la impresión de prototipos a gran
escala. En 2009, construyó una estructura de tres metros de altura con forma
orgánica para aumentar la resistencia de su material. El pabellón se parecía a
un huevo gigante con grandes agujeros y puede ser considerado la primera
estructura arquitectónica hecha con una impresora 3D (aunque la intención de
Dini fue hacer una maqueta grande para un edificio de 10 metros de alto que
nunca se construyó).
"Landscape house", Janjaap Ruijssenaars y Enrico Dini.
Las formas tomadas de la naturaleza parecen ser una
condición de las nuevas viviendas hechas con impresoras 3D. Con este sistema,
no tiene sentido construir una casa normal imprimiendo los ladrillos y
apilándolos uno por uno hasta poner el techo al final. Las impresoras permiten
crear todo el conjunto en una pieza, y con el color y la textura que uno
quiera.
El grupo del MIT también está buscando inspiración
biológica. Piensan en materiales duros por fuera y esponjoso por dentro, livianos
y resistentes, que podrían reemplazar vigas y columnas. Todo indica que las
impresoras cambiarán la forma de los edificios y de las ciudades en poco
tiempo. Pero el problema principal lo constituyen los costos y los tiempos.
El edificio de Amsterdam estará terminado dentro de tres
años, aunque aseguran que se podría construir más rápido. La construcción de la
casa Moebius con la tecnología del italiano Dini podría demorar un año y
costaría cinco millones de euros. A esos costos, los holandeses de Universe
Architecture todavía no consiguieron a alguien con ganas de ser parte de ese
experimento. De todos modos, así como bajan los precios de los LCDS y de los ordenadores,
todos esperan que pronto sea más barato construir una casa con impresoras 3D.
siguiendo la temática de este blog, seguí investigando sobre una nueva forma de arquitectura, una arquitectura integrada en la naturaleza. Imaginándome como sería un ejemplo sobre ese tipo de integración en elementos naturales me surgió una idea,
y a raíz de esto me puse a buscar casos reales y descubrí esta serie de construcciones que se integran perfectamente en el relieve. quizás la arquitectura del futuro vaya encaminada sobre este tema y deberemos plantearnos una arquitectura aun mas sostenible y que no sea un elemento colocado por capricho o para satisfacer solamente la necesidad del ser humano sin tener en cuenta lo que podemos causar al entorno, sino adaptarnos a lo que tenemos y construir de un modo acorde a lo que nos rodea, y ademas de satisfacer las necesidades humanas, intentar crear un entorno del que podamos servirnos y este se sirva de nosotros.
A continuación veremos algunos proyectos en los que de cierto modo sucede esto.
La construcción de grandes hoteles para albergar la multitud
de turistas bordean las costas y poco a poco comienzan a desplazar el singular
paisaje y vegetación natural. El auge de dichas construcciones son consecuencia
lógica de la siguiente reacción: la búsqueda de armonía entre la naturaleza y
lo construido. La isla de Antiparos posee un área de sólo 35 kilómetros
cuadrados y en ella viven sólo 700 habitantes. El árido paisaje está dominado
por colinas y algunas terrazas agrícolas de piedra y tierra. La oficina de
arquitectos Deca pone en práctica el nuevo concepto mencionado en el párrafo
anterior y decide tomar el paisaje no sólo como un área para construir, sino
que también integrarlo a la construcción.
¿Podría ser posible el esconder una casa en las laderas de
los Alpes y al mismo tiempo aprovechas las increíbles vistas y permitir la
entrada de luz natural?
Sorprendido de que se pudiera
construir una casa tan cerca de las famosas termas de Vals, el cliente
aprovechó la oportunidad para construir en él sin afectar la vista de las
termas.
La introducción de un patio central en la ladera inclinada
crea una fachada larga con un considerable potencial para ventanas. El ángulo
de la casa es levemente inclinado, lo que da mayor dramatismo a la vistas de la
bellas montañas en el lado opuesto del valle.
De nuevo exponemos un tipo de construcción cuyo fin es crear
un máximo confort para nosotros empleando un mínimo gasto energético. Esta es
la llamada "arquitectura bioclimática".
Para conseguirlo, la arquitectura bioclimática aprovecha el
clima y el entorno exterior próximo al edificio. Como sabemos, el arquitecto a
la hora de diseñar estos edificios tiene que tener en cuenta una serie de
fenómenos naturales tales como el sol, la orografía, la vegetación y las
brisas; ya que se utilizan para “climatizar” el edificio y conseguir el confort
interno (en invierno calentando la casa y en verano refrescándola). Este tipo
de viviendas solo necesitan el aporte energético para climatizar el edificio en
aquellas épocas del año en que el clima es más extremo.
La arquitectura bioclimática está íntimamente ligada a la
construcción ecológica, que se refiere a las estructuras o procesos de
construcción que sean responsables con el medio-ambiente y ocupan recursos de
manera eficiente durante todo el tiempo de vida de una construcción. También
tiene impacto en la salubridad de los edificios a, través de un mejor confort
térmico, el control de los niveles de CO2 en los interiores, una mayor
iluminación y la utilización de materiales de construcción no tóxicos avalados
por declaraciones ambientales.
Una vivienda bioclimática puede conseguir un gran ahorro e
incluso llegar a ser sostenible en su totalidad. Aunque el costo de
construcción puede ser mayor o también puede ser rentable, dependiendo de que
si el incremento en el costo inicial puede llegar a amortizarse en el tiempo al
disminuirse los costos de operación.
A pesar de que parece un concepto nuevo, no lo es. La
arquitectura tradicional en muchas ocasiones aplicaba criterios bioclimáticos.
Por un lado protegía a sus moradores de las condiciones ambientales, pero
también las aprovechaba como recurso para obtener mayor confort. Los patios,
las galerías, la orientación son recursos tradicionales para calentar o
refrescar las casas.; un ejemplo de ello son las casas encaladas en Andalucía o
los tejados orientados al sur en el hemisferio Norte con objeto de aprovechar
la inclinación del sol.
Casa encalada en Granada
También el ejemplo de los chalets en los Alpes o las casas
rurales en muchas partes del mundo, pueden considerarse como excelentes
adaptaciones de la vida rural al clima con estaciones térmicas en todo el
mundo.
De la misma forma que un edificio bioclimático busca
adaptarse al clima del lugar, los usuarios deben poseer también un
comportamiento adaptado. Implica que hay una doble adaptación, clima y cultura,
que lleva a una modificación en la conducta de los individuos y en el tiempo en
hábitos culturales. Dado que la sociedad contemporánea se ha adaptado a una
tecnología que simplifica la operación de los edificios no siempre un edificio
bioclimático es apropiable por parte de sus habitantes.
Aun así aparece una triple resistencia: los inversores que
no desean gastar más, los usuarios que no comprenden el concepto bioclimático
para operar su edificio y los profesionales y escuelas de arquitectura que
privilegian el formalismo por sobre la adaptación al clima.
Uno de los climas idóneos donde se puede desarrollar este
tipo de arquitectura es el clima mediterráneo. El clima mediterráneo es ideal
para climatizar las viviendas de manera natural: Tenemos muchas horas de sol
que nos permiten calentar la casa casi todo el año. Solo debemos de protegernos
en verano del exceso de radiación mediante la colocación de protecciones
solares en las ventanas.
Vivienda en Paraguay construida en base a criterios de la arquitectura bioclimática.
Complejo en la ciudad de Pekín de 585 000 m² de estructura verde residencial diseñado en forma de cubiertas onduladas proyectado por el arquitecto Westen Kijo Rokkaku.
Según estudios realizados se calcula que una vivienda bien
orientada que aplica criterios bioclimáticos, puede ahorrar entre el 60% y el
70% de la energía necesaria para calentar una casa.
Este vídeo resume un poco lo que he expuesto anteriormente y muestra una de las compañías que se encargan del desarrollo de esta forma de arquitectura: